El que presentamos en éste artículo fue
quizá uno de los proyectos más desafiantes en la historia de nuestro estudio.
El punto de partida de la construcción
de lo que hoy es el local de Walmer consistió en unificar la sumatoria de obras
que lo habían precedido y un hotel ubicado sobre la esquina del mismo,
manteniendo la estructura.
Un gran desafío nos esperaba, conectar estas dos construcciones que eran muy distintas.
El secreto estuvo en la realización de un espacio de triple altura, que amortigua las diferencias de niveles y contiene el núcleo circulatorio.
Otro aspecto complejo, fue generar en el
nivel comercial una fachada vidriada. Se necesitó vaciar el hotel sin tirar la
estructura, dado que era un espacio ciego, en el que predominaban los llenos
sobre los huecos.
Ante esto, se realizó sustitución de
estructura; se utilizaron pilares metálicos, que reemplazaron a los pesados de
hormigón.
Otro aspecto interesante es que se le agregó un piso en la azotea con un techo de isopanel que posee un borde liviano.